Los pueblos amurallados más bonitos de España
España es un país rico en historia y patrimonio, y uno de los elementos que mejor representa esta riqueza son sus antiguas murallas. Estas impresionantes estructuras defensivas, muchas de las cuales se conservan en excelente estado, son testigos silenciosos de épocas pasadas y nos transportan a un tiempo lleno de leyendas y aventuras. Si estás buscando una escapada que combine turismo rural y cultural, no hay mejor opción que visitar alguno de los bellos pueblos amurallados que salpican el país.
Estos pueblos fortificados son auténticos tesoros históricos que nos permiten sumergirnos en la historia y descubrir la esencia de cada región. Sus murallas, imponentes y majestuosas, han sido testigos de batallas, conquistas y momentos clave en la evolución de España. Atrévete a caminar por sus estrechas calles empedradas y déjate llevar por el encanto de sus antiguas casas, plazas y monumentos.
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Contenido
- 1 Mapa con los pueblos amurallados de España
- 2 Los pueblos amurallados más espectaculares de España
- 2.1 Galisteo (Càceres)
- 2.2 Alcúdia (Mallorca)
- 2.3 Albarracín (Teruel)
- 2.4 Daroca (Zaragoza)
- 2.5 Urueña (Valladolid)
- 2.6 Buitrago del Lozoya (Madrid)
- 2.7 Laguardia (Álava)
- 2.8 Hondarribia (Gipuzkoa)
- 2.9 Montblanc (Tarragona)
- 2.10 Olivenza (Badajoz)
- 2.11 Granadilla (Cáceres)
- 2.12 Artajona (Navarra)
- 2.13 Morella (Castellón)
- 2.14 Mirambel (Teruel)
- 2.15 Miranda del Castañar (Salamanca)
Mapa con los pueblos amurallados de España
Galisteo
Alcúdia
Albarracín
Daroca
Urueña
Buitrago del Lozoya
Laguardia
Hondarribia
Montblanc
Olivenza
Granadilla
Artajona
Morella
Mirambel
Miranda del Castañar
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Los pueblos amurallados más espectaculares de España
Galisteo (Càceres)
Galisteo, un encantador pueblo en la provincia de Cáceres ubicado en la confluencia de los ríos Alagón y Jerte, ha sido un enclave estratégico de gran importancia a lo largo de la historia, tanto en la época musulmana como en la cristiana. Situado a medio camino entre Plasencia y Coria, su fundación coincide con la época de la reconquista, y fue entonces cuando se construyó su original muralla de canto rodado en el siglo XIII.
Lo más destacado de las murallas de Galisteo es el material utilizado en su construcción: el canto rodado. Este tipo de piedra, además de ser resistente, resultaba económico y duradero, ya que podía obtenerse del cercano río Jerte, que se encuentra a los pies del pueblo. El trazado de la muralla sigue las condiciones topográficas de la meseta donde se encuentra, lo que le confiere un aspecto irregular y adaptado al terreno. A diferencia de otras murallas, no cuenta con torres adosadas, y su defensa se basaba en las almenas rematadas de forma piramidal, algunas de las cuales todavía pueden apreciarse en la actualidad.
Aunque algunos argumentan que su origen es romano, los datos más fiables apuntan a que fue construida por los almohades. Su perímetro circular rodea por completo el pueblo y cuenta con cuatro puertas de acceso a su casco urbano.
La muralla de este pueblo del norte de Cáceres está considerada como una de las murallas más sorprendentes de toda la Vía de la Plata en Extremadura, llegó a tener tres metros de espesor y hasta 11 metros de altura durante la época islámica.
Una de las puertas más atractivas es la puerta de Santa María, que presenta dos arcos paralelos a diferentes alturas. Uno de los arcos está construido en ladrillo, mientras que el otro está hecho de sillares de granito en estilo mudéjar. Esta puerta es un ejemplo magnífico de la riqueza arquitectónica y de la fusión de influencias culturales que se pueden encontrar en Galisteo.
Galisteo fue declarado en 1991 Bien de Interés Cultural en la categoría de conjunto histórico.
Alcúdia (Mallorca)
Alcúdia, situado en la parte septentrional de Mallorca, es indudablemente uno de los municipios más hermosos de la isla.
La joya de la corona de Alcúdia es su muralla medieval, la cual se encuentra en un estado de conservación perfecto y alberga en su interior un centro histórico tan encantador y especial.
La construcción de la primera muralla se llevó a cabo en el siglo XIV por orden del rey Jaume II. Desafortunadamente, fue destruida durante la guerra de las Germanías (1521-1523). A finales del siglo XVI, se inició una nueva fase de construcción que, una vez más, fue devastada en el siglo XIX.
La muralla tenía una forma cuadrangular y contaba con 26 torres distribuidas a lo largo de un perímetro de 1,5 km, con una altura media de 6 metros.
Afortunadamente, se conservan tres de las puertas de acceso a la muralla medieval de Alcúdia: la Porta del Moll, la Porta de Mallorca y la Porta de la Vila Roja. Además, se pueden admirar 26 torres de vigilancia estratégicamente ubicadas para proporcionar seguridad a la ciudad ante posibles ataques de piratas.
En 1974, la muralla y su entorno fueron declarados Conjunto Histórico Artístico con el objetivo de proteger y preservar estos tesoros en su estado original.
Hoy en día, recorrer la muralla medieval de Alcúdia es un viaje en el tiempo. Sus imponentes torres y sus antiguas puertas transportan a los visitantes a la época medieval, permitiéndoles disfrutar de la belleza y la historia que rodean a este lugar único.
Albarracín (Teruel)
Las murallas de Albarracín, situadas en el municipio turolense del mismo nombre, son un tesoro histórico que rodea por completo el casco antiguo de esta encantadora localidad. Formando parte del Conjunto Histórico-Monumental de Albarracín, estas murallas son un testimonio impresionante de la arquitectura defensiva y la historia medieval de la región.
El recinto amurallado de Albarracín es el resultado de varias ampliaciones a lo largo de los siglos. En el siglo X, se construyó la primera fortificación defensiva, que incluía la iglesia de Santa María, el alcázar, la Torre del Andador y la puerta de entrada, conocida como el Portal de Hierro. Posteriormente, en el siglo XI, se llevó a cabo una ampliación del perímetro amurallado que incluyó la apertura de tres nuevas puertas: el Portal de Teruel, que lamentablemente ha desaparecido, el Portal de Molina y el Portal del Agua.
Tras el Sitio de Albarracín en 1284, Pedro III de Aragón logró conquistar la ciudad. A partir de esta fecha, especialmente en el siglo XIV, se realizaron importantes obras de mejora y expansión del recinto. Estas obras contribuyeron a fortalecer y embellecer las murallas de Albarracín, convirtiéndolas en un formidable sistema defensivo.
Hoy en día, pasear por las murallas de Albarracín es como adentrarse en el pasado medieval de la región. Sus imponentes torres, sus robustas paredes de piedra y sus puertas históricas nos transportan a una época de caballeros y batallas. Desde lo alto de las murallas, se pueden apreciar las vistas panorámicas de Albarracín y sus alrededores, brindando una experiencia inolvidable para los visitantes.
Además de su valor histórico, las murallas de Albarracín son un atractivo turístico destacado. El casco antiguo de la ciudad, protegido por estas murallas, ha sido declarado Conjunto Histórico-Monumental y ha sido reconocido como uno de los pueblos más bonitos de España. Sus calles empedradas, casas de colores y encanto medieval atraen a visitantes de todo el mundo.
Daroca (Zaragoza)
La muralla de Daroca, situada en el municipio zaragozano del mismo nombre, es un impresionante vestigio histórico que merece ser explorado. Esta muralla, la más larga de todo Aragón, se extiende a lo largo de casi 4 kilómetros y cuenta con nada menos que 114 torreones. Recorrerla es una experiencia imprescindible para aquellos que visitan Daroca y desean sumergirse en su rica historia.
La ruta de las murallas de Daroca es una opción muy accesible para los visitantes. Además de recorrer las murallas, también se tiene la oportunidad de explorar el castillo de Daroca y disfrutar de unas vistas maravillosas de este pintoresco pueblo zaragozano.
El origen de la muralla se remonta a la época califal en el siglo IX, cuando se construyó el primitivo recinto fortificado musulmán. Sin embargo, su culminación se produjo en el siglo XI con la construcción del castillo Mayor.
Tras la reconquista, la población de Daroca experimentó un rápido crecimiento y el antiguo recinto musulmán se volvió insuficiente, lo que llevó a su ampliación en los siglos XIV y XV. Durante este período, se llevaron a cabo importantes obras de expansión y mejora de la muralla.
Para acceder al interior del recinto amurallado, existían varias puertas, cada una con su propio encanto histórico. Las dos entradas principales de la ciudad eran la Puerta Baja, remodelada en el siglo XVI y flanqueada por dos torreones cuadrangulares, y la Puerta Alta, transformada en el siglo XVII. Además de estas, también se encuentran la Puerta de Valencia y la Puerta de San Martín de la Parra, esta última con una tradición mudéjar.
La Puerta Baja es considerada una de las puertas más hermosas del país. Sus enormes torreones flanquean un arco de gran anchura, creando una imagen imponente y evocadora.
Urueña (Valladolid)
Urueña, localidad de la provincia de Valladolid, alberga uno de los cascos urbanos mejor conservados de la región, transportando a sus visitantes a una pequeña ciudad medieval. Debido a su valor histórico y artístico, fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1975.
En la actualidad, Urueña conserva el 80% de la muralla que originalmente rodeaba por completo la población. Esta muralla encierra una superficie de casi 7 hectáreas y tiene una forma irregular, articulando la población alrededor de la calle que conecta las dos únicas puertas existentes: la puerta del Azogue y la puerta de la Villa.
La muralla se asienta sobre los restos de una antigua cerca romana, lo que sugiere que en su momento abarcaba una extensión mucho mayor de la que se conserva en la actualidad.
La construcción de la muralla fue impulsada por la infanta doña Sancha, hermana de Alfonso VII el Emperador. Las obras se llevaron a cabo entre mediados del siglo XII y principios del XIII, en un momento en que Urueña servía como puente fronterizo entre los reinos de León y Castilla. Por esta razón, se consideró necesario dotar a la ciudad con un sistema defensivo adecuado.
Hoy en día, es posible disfrutar de un agradable paseo por la parte superior de la muralla, ofreciendo vistas panorámicas de Urueña y su entorno. Este recorrido permite apreciar la belleza arquitectónica de la muralla, así como comprender su importancia histórica como elemento de protección y delimitación del municipio.
Buitrago del Lozoya (Madrid)
Buitrago del Lozoya, municipio en el norte de la Comunidad de Madrid, se encuentra enclavado a los pies de la imponente sierra de Guadarrama. Destaca por la magnífica conservación de su recinto amurallado y su casco urbano, lo que le ha valido la declaración de Conjunto Histórico-Artístico y Bien de Interés Cultural.
El recinto amurallado de Buitrago del Lozoya es el mejor conservado de la región madrileña y el único que se mantiene en su estado original. Con más de 800 metros de perímetro, se ubica sobre un pronunciado meandro del río Lozoya.
La muralla de Buitrago del Lozoya tiene sus orígenes en época musulmana. Se estima que la primera construcción fue edificada entre los siglos IX y XI, con el propósito de frenar el avance de los reinos cristianos y asegurar la plaza de Toledo.
Específicamente, la muralla protegía el paso hacia el puerto de Somosierra, una de las principales vías de entrada de las incursiones cristianas en la zona.
Siguiendo los patrones de la arquitectura militar musulmana, presenta numerosas torres de planta rectangular y de poca prominencia, además de contar con mampostería combinada con ladrillo en diversos tramos.
No obstante, la construcción que se conserva en la actualidad es el resultado de ampliaciones y reformas llevadas a cabo por los cristianos, una vez que Buitrago del Lozoya quedó integrada en la Corona de Castilla. Estas modificaciones se llevaron a cabo desde el siglo XI, cuando la antigua ciudadela musulmana fue conquistada por el rey Alfonso VI, y se extendieron hasta el siglo XV.
Laguardia (Álava)
La villa de Laguardia, ubicada en la comarca de Rioja Alavesa, tiene una historia marcada por su pasado fortificado. Durante el reinado de Sancho VII El Fuerte en el siglo XIII, se construyó la muralla de Laguardia utilizando sillares de piedra arenisca y otros materiales de relleno en su interior.
El casco histórico de Laguardia se encuentra rodeado por este cinturón amurallado, que ha sido en gran parte reconstruido, pero que aún conserva su encanto medieval en algunos tramos. Esta villa fortificada tuvo su origen en las guerras fronterizas entre los reinos de Castilla y Navarra.
La muralla de Laguardia cuenta con ocho torreones, la mayoría de ellos de planta rectangular, y dos torres fortificadas destacadas: la torre Abacial, ubicada junto a la iglesia de Santa María, y el campanario de San Juan. Estas estructuras defensivas añaden un aire de grandeza y misterio al conjunto.
Cuatro puertas permitían el acceso a la villa: Páganos, Mercadal, San Juan y Santa Engracia. La Puerta Nueva o de Carnicerías, que se abrió en el siglo XV, se sumó posteriormente a estas entradas históricas.
A pesar de los daños sufridos durante las distintas guerras a lo largo de la historia, la muralla de Laguardia ha conservado en gran medida su trazado original. Los numerosos torreones, dos de los cuales se han adaptado a la nueva función de campanario, son testigos silenciosos de la rica historia de la villa.
En la actualidad, la muralla de Laguardia se ha convertido en un atractivo turístico que invita a los visitantes a adentrarse en el pasado medieval de la región. Pasear por sus calles empedradas y contemplar los imponentes torreones es una experiencia fascinante que transporta a los visitantes a tiempos pasados.
Hondarribia (Gipuzkoa)
El encantador pueblo de Hondarribia se encuentra situado a orillas del río Bidasoa, en la frontera entre España y Francia, lo que lo convierte en un importante paso de comunicaciones. Hondarribia en sí misma es un testimonio vivo de la historia, con su casco antiguo rodeado por una muralla impresionante, considerada la mejor conservada de Gipuzkoa.
La construcción de la muralla de Hondarribia se remonta a su fundación en el año 1203 como una villa medieval. Inicialmente, contaba con una cerca que rodeaba el recinto urbano, pero con el tiempo y el desarrollo de la ciudad, se fueron realizando ampliaciones en su trazado. Aunque en la actualidad solo se conservan algunas estructuras de mampostería de caliza, se cree que estas podrían haber formado parte de la cerca original de origen medieval.
Sin embargo, fue en los siglos XV y XVI cuando se llevaron a cabo las grandes obras de fortificación abaluartada. Durante este periodo, se construyeron cubos, baluartes, fosos y puentes levadizos para proteger a la población local que habitaba esta bella localidad. El acceso al interior de la muralla se realizaba a través de dos puertas principales: la puerta de Santa María y la puerta de San Nicolás, ambas precedidas por puentes levadizos.
Desafortunadamente, parte de este sistema defensivo se perdió durante la ocupación de Hondarribia en 1794 por el ejército francés. Durante este episodio, las murallas y los baluartes que miraban hacia Francia fueron derribados.
A pesar de la pérdida sufrida, todavía podemos admirar algunas estructuras defensivas que han sobrevivido hasta nuestros días. El Cubo de Santa María, el Baluarte de la Reina, el Baluarte de San Nicolás y el Baluarte de Santiago son ejemplos impresionantes de la arquitectura militar de la época y representan un legado histórico invaluable para Hondarribia.
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Montblanc (Tarragona)
La muralla de Montblanc es un tesoro histórico que rodea el casco antiguo de la villa de Montblanc, situada en la comarca tarraconense de la Cuenca de Barberá. En 1947, tanto la muralla como el casco antiguo de la villa fueron declarados Conjunto Monumental y Artístico.
El recinto amurallado tiene una longitud de aproximadamente 1.700 metros, con una altura media de 6 metros y un espesor de alrededor de 1,20 metros. Su construcción tuvo lugar en el siglo XIV, siguiendo las directrices del rey Pere III el Ceremonioso, quien ordenó fortificar las principales villas como parte de los preparativos para la guerra contra Pedro el Cruel de Castilla.
El conjunto de la muralla de Montblanc consta de diversos tramos, destacando 25 torres rematadas por almenas y cuatro portales. Estas torres, con una altura media de 16 metros sobre el nivel del suelo, tienen una base rectangular y solamente presentan tres caras, dejando la parte interior abierta.
La muralla de Montblanc es un ejemplo notable de la arquitectura defensiva medieval en Cataluña. Sus torres y almenas brindan una imagen imponente y evocadora, transportando a los visitantes a épocas pasadas. Además de su valor histórico y arquitectónico, la muralla también ofrece vistas panorámicas del casco antiguo y sus alrededores, proporcionando una experiencia única para los amantes de la historia y la cultura.
Olivenza (Badajoz)
Olivenza, situada en la parte occidental de la provincia de Badajoz, es una localidad con una historia fascinante.
Desde el Tratado de Alcañices de 1297, Olivenza formó parte del reino de Portugal, tras ser transferida por la Corona de Castilla. Esta situación se mantuvo hasta la ocupación española durante la guerra de las Naranjas en 1801.
La muralla abaluartada de Olivenza constituye el cuarto cinturón defensivo de la localidad, ya que los segundo y tercer cinturones prácticamente no se conservan.
Construida en el siglo XVII, esta muralla resistió tres grandes asedios durante la Guerra de Restauración.
El diseño de la muralla estuvo a cargo del ingeniero jesuita holandés Cosmander, quien trabajaba para la corona portuguesa. Además, el ingeniero francés Gilot también participó en la fortificación de Olivenza.
A día de hoy, gran parte de los nueve baluartes originales se conservan, mostrando la solidez de su construcción. Entre las puertas que formaban parte de la muralla, destaca la monumental Puerta del Calvario, la única que ha llegado hasta nuestros días.
Explorar Olivenza es sumergirse en un viaje en el tiempo, donde los vestigios de su pasado portugués y español se entrelazan en cada rincón. La muralla abaluartada nos transporta a épocas de conflictos y defensas, recordándonos la importancia estratégica que tuvo esta ciudad fronteriza.
Granadilla (Cáceres)
La muralla de Granadilla es un tesoro histórico que se encuentra catalogada como una de las mejor conservadas de toda España..
Granadilla es una antigua villa amurallada de origen feudal ubicada en el norte de la provincia de Cáceres. En 1955, debido a la construcción del embalse de Gabriel y Galán, se decretó la expropiación de la mayor parte del término municipal de Granadilla, incluyendo su casco urbano. A pesar de ello, el pueblo nunca llegó a quedar inundado, incluso con el embalse lleno.
En 1980, la villa de Granadilla fue declarada Conjunto Histórico-Artístico, y cuatro años después, en 1984, fue seleccionada para formar parte del Programa de Recuperación de Pueblos Abandonados.
La muralla de Granadilla, de forma circular, envuelve todo el conjunto de la villa y se estima que su origen se remonta al siglo IX. Es un testimonio impresionante de la arquitectura defensiva de la época y una ventana al pasado medieval de la región.
La muralla cuenta con dos entradas principales que permiten el acceso a la villa de Granadilla. La entrada principal está protegida por el imponente Castillo, que añade un aura de grandeza al conjunto. En el lado opuesto, se encuentra una puerta trasera llamada «La Puerta de Coria», que generalmente se mantiene cerrada.
Ambas puertas de la muralla presentan arcos de medio punto y están construidas con sillares de granito, que se cree que fueron reutilizados de construcciones romanas anteriores, evidenciando la historia ancestral de la región.
A partir de 1980, se llevaron a cabo labores de restauración en las murallas, que se concluyeron en 1983. Estas labores de restauración incluyeron la rehabilitación de las puertas, la propia muralla y el recinto defensivo del castillo, devolviendo su antigua gloria y permitiendo a los visitantes apreciar la belleza y la solidez de esta impresionante estructura defensiva.
Artajona (Navarra)
En la parte más alta de la encantadora villa de Artajona se erige un conjunto amurallado conocido como «El Cerco de Artajona», que data del siglo XI.
Artajona es un pueblo con aproximadamente 1.600 habitantes, ubicado en la merindad de Olite, en la comarca de Tafalla, a tan solo 31 km de la capital de la comunidad, Pamplona.
Este impresionante recinto fortificado, construido originalmente con 14 torres almenadas defensivas, de las cuales aún se mantienen en pie 9, junto con una imponente muralla, es un verdadero tesoro para los amantes de las construcciones medievales.
La construcción del Cerco de Artajona comenzó en 1085 bajo el auspicio de los canónigos de Saint Sernin de Toulouse y se completó en 1109. En el conjunto destaca la iglesia de San Saturnino, que más que una iglesia, parece una fortaleza con sus altos muros y su torre de vigilancia.
Para acceder a su interior, es necesario cruzar uno de los dos antiguos portales que se conservan: el de San Miguel y el de Remahua.
La configuración actual del Cerco data del siglo XII y fue construido sobre un cerro en desnivel, abarcando un perímetro de casi 800 metros.
Adentrarse en el Cerco es como retroceder en el tiempo hasta la Edad Media, permitiéndonos imaginar batallas y asedios que tuvieron lugar en aquellos tiempos remotos.
El Cerco de Artajona está catalogado como Bien de Interés Cultural, incluido en la categoría de Monumento Histórico Artístico. Hace algunos años, se llevaron a cabo tareas de restauración para intentar devolverle su aspecto original y preservar su valor histórico.
La imponente apariencia del Cerco atrajo la atención de la industria cinematográfica, y en 1975 se rodó allí la película «Robin y Marian», una versión de la historia de Robin Hood que contó con destacados actores como Sean Connery y Audrey Hepburn.
Morella (Castellón)
La localidad de Morella, ubicada al norte de Castellón en un enclave estratégico cerca de la frontera entre Aragón y Valencia, es un destino con una rica historia y un encanto especial.
El perímetro urbano de Morella está rodeado por una impresionante muralla que ha sido preservada en gran medida a lo largo de los siglos, aunque ha sufrido diversas reconstrucciones a lo largo de su historia. Aunque la estructura actual fue realizada en época cristiana, se cree que la ciudad musulmana ya estaba amurallada.
Las murallas de Morella comenzaron a construirse entre 1324 y 1330, aprovechando las estructuras previas del siglo XI que habían sido deterioradas durante las batallas contra El Cid. La muralla actual data de los siglos XIV y XV, con modificaciones realizadas en el siglo XVIII en su parte superior.
Esta magnífica muralla tiene una extensión de aproximadamente 2 kilómetros y cuenta con 7 puertas y 10 torres, algunas de las cuales ahora albergan museos que ofrecen una visión fascinante de la historia local. Los muros de la muralla tienen una altura que oscila entre 10 y 15 metros y un espesor de 2 metros.
Las murallas de Morella conforman un testimonio tangible del pasado medieval de la ciudad y son un atractivo imprescindible para los visitantes. Pasear por el interior de la muralla es sumergirse en la historia y la cultura de esta encantadora localidad.
Mirambel (Teruel)
La muralla urbana de Mirambel, ubicada en la localidad homónima de la comarca del Maestrazgo en la provincia de Teruel, es un destacado monumento histórico.
El recinto fortificado de Mirambel presenta una forma cuadrada, orientada según los puntos cardinales. Su construcción se realizó principalmente con mampostería, aunque se utilizaron sillares para reforzar algunas esquinas y también se empleó sillarejo en ciertas secciones.
A pesar de sus reducidas dimensiones, el recinto amurallado contaba con cinco puertas de acceso y cinco torreones de refuerzo. Aunque en la actualidad algunas partes de la muralla han sido aprovechadas para construir viviendas, gran parte de su estructura original ha sido preservada.
Entre las cinco entradas, el Portal de las Monjas destaca especialmente. Este portal se encuentra adosado al convento de las Agustinas y consiste en un arco sobre el cual se ha construido una capilla dedicada a Santo Tomás. Además, cuenta con tres pisos de galerías cerradas con una hermosa decoración en barro y yeso.
Miranda del Castañar (Salamanca)
La villa de Miranda del Castañar, ubicada en la comarca de la Sierra de Francia en la provincia de Salamanca, es un tesoro histórico protegido como Conjunto de Interés Histórico Artístico. Su casco antiguo está delimitado por una muralla que se conserva en gran parte, lo que añade un encanto especial a este hermoso lugar.
Miranda del Castañar se encuentra en un emplazamiento privilegiado, en lo alto de una colina que ofrece vistas panorámicas de los paisajes montañosos que la rodean. Desde allí, se puede contemplar una extensa extensión de terreno pintoresco y montañoso, creando un entorno natural impresionante.
La muralla que rodea Miranda del Castañar es una imponente estructura construida principalmente con granito. Tiene una forma ovalada y un espesor que varía entre los 2 y los 3 metros. Con una altura media de 7 a 10 metros y un perímetro de 631 metros, la muralla se adapta de manera armoniosa a la topografía del terreno.
La construcción de la muralla de Miranda del Castañar se inició a principios del siglo XIII, y es uno de los pocos pueblos que conserva su muralla en su totalidad y en un estado intacto. La muralla cuenta con cuatro puertas que se orientan hacia los cuatro puntos cardinales, brindando acceso a este encantador pueblo medieval.
Recorrer las calles empedradas y admirar la muralla que rodea Miranda del Castañar es como viajar en el tiempo. Cada rincón está impregnado de historia y belleza, y cada paso revela la grandeza y la tradición de este lugar. El casco antiguo de Miranda del Castañar ofrece un entorno idílico para pasear por sus callejuelas, y maravillarse con la arquitectura medieval que ha resistido el paso del tiempo.
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